lunes, 27 de septiembre de 2010

Por obra y gracia de Tut-an-Gallardon

Por obra y gracia de Tut-an-Gallardón.




Amigos, amigas, me gustaría comenzar el espacio de opinión hablando del faraón que dirige Madrid, Tut-An-Gallardón. Todos –o casi todos- los grandes monumentos del mundo han sido erigidos por los mayores tiranos de la historia que han sometido a su pueblo para poder dejar testimonio de lo grande que fue su poder y su tiranía. Verbigracia de ello tenemos el Panteón construido por esclavos y sufragado por las contribuciones forzosas de los ciudadanos, el Taj Mahal levantado por 20.000 súbditos, las pirámides egipcias o el edificado en honor del Generalísimo y del fundador de la Falange, el Valle de los Caídos.

Pues bien, el líder del centrismo hundido y  faraón de Madrid, Tut-an-Gallardón lleva ya varios años haciendo gala de su ‘excelsa pompa’, decidiéndose a dejar su impronta en la historia. Y no precisamente por sus obras faraónicas. Pasará a ésta como el alcalde más derrochador de toda la historia, algo que a su majestad faraónica no parece importar, pues se cree en la posición de poder expoliar a los ciudadanos madrileños todo lo que a él le plazca.

Hace ya unos cuantos meses y para intentar supuestamente reducir la enorme deuda provocada por su derroche, ha empezado a ‘tomar temperatura’ con el impuesto (eufemísticamente ‘tasa’) destinado a  sufragar los gastos que derivan del servicio de recogidas de basuras y mantenimiento de las vías madrileñas. Con esta contribución forzosa de los madrileños ‘su divinidad’ quería sustraer en torno a cien millones de euros.

La historia podría acabar ahí pero no y es que hace unos días todos nos levantamos con la noticia de que a las empresas encargadas de estos servicios el Sr. Tut-an-Gallardón lleva sin pagar desde hace un año, según unas fuentes, diez meses según otras. En total según el Ayto. de Madrid se deben trescientos millones de euros. Y ahora es cuando viene la pregunta que cualquier ciudadano que ha sido expoliado por el impuesto sobre las basuras se pregunta ¿qué ha hecho el Sr. Gallardón con mi dinero?. A lo que seguramente el faraón respondería con gran desfachatez ‘con su dinero, súbdito, no sólo he conseguido pagar a más de mis 1.500 amigos elegidos a dedo sino que además he reformado mi palacio de Cibeles para que todos podáis contemplar la belleza de mi obra.’

Si amigos, la desvergüenza llega a extremos increíbles de imaginar. Creo que el faraón debería empezar a cuestionarse ciertas cosas, como por ejemplo que los ciudadanos no somos tontos. Los madrileños con valentía y fuerza debemos dejarle bien claro que sus políticas no solo han hecho mella a los ciudadanos de hoy sino también a los del mañana. Tenemos que rebelarnos contra esta forma de hacer las cosas, y quizás en consecuencia de esto, estamos tratando de impulsar este movimiento  a cada parte de nuestro gran país, España.

Queremos que desde el primer político hasta el último, que como Ruiz-Gallardón juegue con el futuro de los españoles, sepa que estamos ahí para plantarle cara y avisarle de que como pase la ralla, nos levantaremos en protesta. En contra de cualquier forma de perturbar las libertades. Porque creemos firmemente en la capacidad de decisión del individuo como único motor que nos puede hacer progresar en una sociedad arruinada, donde reina el colectivismo, el enchufismo y la revuelta institucional en la que aquellos que más producen son los más castigados mientras que a los que se premia son a los haraganes.

Pese a todo esto, no me resigno y trabajaré incansablemente desde donde sea como ciudadano por batallar contra toda expresión política que pretenda pisotear la libertad.

Roberto Arranz

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